1Prepare la masa para focaccia y deje levar, es decir, ponga en la masa en un recipiente y tape con un paño limpio; dos horas en un lugar templado hasta que duplique su tamaño.
2Remoje los mejillones en agua tibia dentro de un tazón grande durante una hora.
3Precaliente el horno a 220°C. Engrase ligeramente con aceite una charola para pizza de veintiocho centímetros.
4Pase la masa esponjada a una superficie ligeramente enharinada y amase durante uno ó dos minutos.
5Coloque la masa en la charola preparada y extiéndala utilizando las yemas de sus dedos.
6Distribuya los tomates sobre la masa. Sazone con orégano, sal y pimienta. Rocíe con el aceite.
7Hornee de quince a veinte minutos, hasta que se esponje y dore. Mientras se hornea la focaccia, escurra los mejillones y cocínelos con el ajo en una sartén grande sobre fuego medio-alto alrededor de cinco minutos, hasta que se abran.
8Deseche los mejillones que no se hayan abierto. Deseche las conchas, de los que utilizará. Retire la focaccia del horno y cubra con los mejillones y las aceitunas.
9Hornee durante cinco minutos más. Adorne con la albahaca y sirva caliente.