1Sazone la pechuga untando un poco de aceite de oliva, póngala sobre una bandeja de horno y espolvoree por encima el romero. Hornee por veinte minutos.
2Caliente el resto del aceite de oliva en una cacerola, añada la cebolla y sofríala hasta que esté blanda y dorada. Incorpore el vino y deje que se reduzca. Vierte el tomate y sazone con sal y pimienta.
3Ponga la mantequilla en una sartén con el ajo y las setas, saltéelas hasta que estén doradas. Sazone. Incorpore las setas al tomate, junto con el perejil y la albahaca picados.
4Corte las pechugas asadas y agregue al tomate y las setas. Rectifique la condimentación y reserve. Para la derrita mantequilla, mézclela con la harina y deje cocer.
5Vuelque poco a poco la leche, sin dejar de remover, para obtener una salsa espesa. Espolvoree la mitad del parmesano y sazone al gusto.
6Cubra un refractario con un poco de salsa y ponga encima una capa de placas de lasaña. Bate la mitad de la preparación de pollo y setas y cubra con otra capa de lasaña. Cubra con el resto de la preparación de pollo y setas y tape con una capa final de placas de lasaña.
7Coloque el resto de la salsa y eche por encima el resto del parmesano. Hornee veinticinco minutos o hasta que esté dorada y burbujeante. Si quiere puede servirla con más parmesano rallado.