1Poner las papas en una cacerola, cubrirlas de agua caliente y llevar a ebullición. Cuando el agua hierva bajar el fuego, tapar y dejar cocer durante veinticinco minutos.
2Con una aguja, picar los huevos por el extremo redondo. Poner a hervir medio litro de agua, introducir los huevos en el agua hirviendo con ayuda de una cuchara, bajar el fuego y dejarlos doce minutos para que se endurezcan.
3Lavar y secar los tomates, cortarlos en rodajas finas, eliminando la parte verde.
4Pelar la cebolla y cortarla a en aros lo más pequeños posibles. Lavar la hierba de los canónigos, secarla y cortar los tallos.
5Escurrir las papas ya cocidas y los huevos, refrescarlos bajo el chorro de agua fría, y dejar que se enfríen.
6Pelar las papas con cuidado y cortarlas en rodajas no muy gruesas. Hacer lo mismo con los huevos duros.
7Repartir las rodajas de papas, huevo y tomate alternándolas en forma de abanico sobre un recipiente lo suficientemente grande.
8Esparcir por encima los aros de cebolla, la hierba de los canónigos.
9Batir el vinagre con sal y pimienta, añadir el aceite y el cebollino picado y verter esta mezcla sobre la ensalada.